Buitre leonado Gyps fulvus
De tamaño mayor que un águila, su envergadura alar puede ser de hasta 260 cm
El buitre es un planeador nato, que apenas bate sus alas, ganando altura rápidamente con sólo imperceptibles movimientos de la cola. Desde el suelo arranca dándose un impulso.
Forma colonias en los cortados, los acantilados y las paredes rocosas, independientemente de que éstos se hallen en macizos montañosos o en zonas altitudinalmente bajas. Suele hallarse en las repisas de los cantiles hacia el amanecer, a la espera de que el sol caliente el aire y se formen las corrientes térmicas
El tiempo de celo empieza en diciembre y termina en abril. Incuban en acantilados llamados «buitreras», que datan de tiempos inmemoriales. Ambos sexos participan en la construcción del nido, elaborado con palos, paja y pelo.
Se alimenta de carroña, la mayoría de las veces en franca descomposición y otras en fase incipiente.
En áreas donde son habituales los buitres, se les ve reunirse alrededor de una animal muerto con una rapidez inusitada.
Todo el día lo pasan colgados a enormes alturas, donde son invisibles al ojo humano, lanzándose hacia abajo con las alas semirrecogidas y las plumas crepitando. Cuando uno desciende, los demás le imitan.
Una vez llegado junto a la carroña, el buitre se comporta de una manera desmesuradamente tímida. Pero una vez ha dado comienzo su comilona, se enzarzan en espectaculares peleas, en las cuales suele quedarse con la mejor tajada el que llegó más hambriento.